Barra libre para ser ecuatoguineano

 BARRA LIBRE PARA SER ECUATOGUINEANO

Podría ser que las altas temperaturas de esos últimos días me hayan provocado un trastorno agudo cerebral regresivo, hasta el extremo de no terminar de darle el suficiente crédito que se merece un hecho que a todas luces pasa a ser tan relevante como importante.

Resulta que el Gobierno de Guinea Ecuatorial, de buenas a primeras, ha propuesto la reducción de los años para la obtención de la nacionalidad ecuatoguineana, que antes estaba en 40 y que pasaría a ser de tan solo 10 años, para aquellos que puedan demostrar que llevan viviendo en el país durante este tiempo de manera ininterrumpida. 

No me entiendan mal: considero, ante todo, que por todo lo que a diario tienen que pasar esos hombres y mujeres, lo mínimo que puede hacer Guinea Ecuatorial es acercarles todas las comodidades posibles, no solo como ciudadanos, sino como esas personas, que visto lo visto, son importantes para mantener a salvo el poco equilibrio que le queda a la economía nacional que no termina de desplomarse de puro milagro:

Pero de allí a terminar de regalarles la nacionalidad ecuatoguineana en una especie de barra libre, con el único requisito de los 10 años, sin siquiera tener en cuenta que Guinea Ecuatorial no tiene, en esos momentos, los pulmones suficientes para terminar de absorber las necesidades humanas de esos hombres y mujeres: necesidades que van desde la integración social hasta lo económico. Y que es precisamente allí donde se abre la gran interrogante: que si Guinea será capaz; sobre todo cuando en su presupuesto para el 2021, se hablan más de recortes y reducciones salariales.

Esta reforma de Ley que ya ha sido aprobado por los diputados y que sólo está pendiente del sí quiero del senado, a parte de abaratar considerablemente el acceso a la nacionalidad, vendría a agudizar más si cabe los problemas económicos de Guinea Ecuatorial.

Siendo pragmáticos, ni los tiempos aconsejan un movimiento como este. Cabe sólo mirar las dificultades con las debe lidiar un ecuatoguineano, nacido y crecido en Guinea Ecuatorial, a la hora de conseguir trabajo; como para que ahora también, en esa odisea, se tenga que incluir al nuevo ecuatoguineano: que se dejó llevar por los pajaritos pintados en el aire de unos señores que no saben cuándo dejar de marear la perdiz. 

Entiendo que donde las dan las toman. y que desde 2011 a 2020, son casi 10 años. sería de ingenuos creer que, a falta de tan solo meses; los posibles agraciados por esta reforma de Ley: aún no tienen los trajes listos para asistir a la ceremonia de adopción de su nueva nacionalidad, que con la barra libre que ha propuesto el Ministerio de Justicia, Culto e Instituciones Penitenciarias esto podría acabar en una especie de estampida, si tenemos en cuenta que ya hay un número importante de ellos, que en principio ya no tendrían por qué esperar hasta los 40 años de convivencia con ecuatoguineanos.

por cierto, mi cabeza está tranquilamente en su sitio: los que desde luego deberán dar ejemplo de cordura social, son los compañeros de Efúa Asangono en el senado, que, por lo pronto, les toca a ellos decidir si Guinea Ecuatorial va o no a dar el triple salto mortal.

yo recomiendo que no: o simplemente esperar lo suficiente para que el futuro económico de Guinea Ecuatorial conozca mejores puertos.