¿Se estará quedando Sanidad, sin la confianza de sus compañeros de Gobierno?

 

¿SE ESTARÁ QUEDANDO SANIDAD, SIN LA CONFIANZA DE SUS COMPAÑEROS DE GOBIERNO?

No resulta especialmente complicado imaginar cuál podría ser la respuesta a esta cuestión. Si comenzamos a analizar algunas variantes que a lo largo del un año que va a cumplir la actual crisis sanitaria el próximo 15 de marzo, a la respuesta se llega sólo.

Es sabido por todos que, desde el principio, el Ministerio de Sanidad nunca ha contado con la confianza popular, sigue atascado en una explicación que no termina de gustarle al oído del público ecuatoguineano, al mismo tiempo, que recomienda el cierre de escuelas, bares y una larga lista de actividades que han demostrado su efectividad para el ocio del residente en ésta parte del continente africano.

Hasta la fecha, Sanidad podía presumir de contar con el respaldo público de todos sus compañeros, los cuales nunca se han opuesto a que, en todo el país, Salomón Nguema Owono o Vicente Nsué Milang, haga y deshaga cuando le dé la gana. Siempre bajo el nombre del Covid, claro está.

Lo normal suele ser "que, entre bomberos, no se pisen las mangueras", y hasta hace poco, aquello parecía una norma bien arraigada entre los miembros del Gobierno. Se suponía que las consignas básicas eran: comportarse como fieles aliados, participar en todas las reuniones y apoyar a Sanidad en todo lo que pedía.

Sin embargo, tras casi un año (que se dice pronto) de firmar y derogar decretos y de muchas reuniones, el colectivo de los Ministros empieza a mostrar públicamente síntomas de cansancio, hasta tal punto, de que buena parte ellos no haya asistido a la última reunión convocada por Sanidad.

Podemos barajar la hipótesis de que existen poderosas razones que justifiquen la ausencia en bloque de los convocados o de sus representantes, y no esa maquiavélica idea que estoy maquinando entre esas letras, sin embargo, la realidad habla por sí sola.

Si nos detenemos a observa en los ministerios: nos encontramos con Aviación Civil que tiene los aviones sin poder volar, Seguridad envía a policías a las calles todos los días, Agricultura y bosques pelea por abastecer los mercados, Educación sigue con las puertas cerradas, etc., mientras Sanidad, con 88 (hablamos de los datos que se publicaron el 17/02/2021) muertes en lo que va de pandemia, se queja de estar desbordado.

Podemos añadir a eso, que los miembros del Gobierno no son ajenos a la opinión pública, y hasta cierto punto, el propio Nsué Milang es consciente de ello cuando justifica la incredulidad de los ecuatoguineanos a su gestión de la pandemia, con la actitud de sus compañeros.

A parte de sus opositores tradicionales, Sanidad ya parece tener al enemigo en su propia casa. Pero cuando uno está bien con Dios, ¿por qué le tienen que preocupar los ángeles?

Diosdado Vicente Nsué Milang tiene bien claro que su Ministerio debe seguir encabezando la lucha contra la Covid, aunque esto le suponga encontrarse a los pies del caballo sin mano amiga que le rescate del polvo. Él y su ministerio abogan por seguir cerrándolo todo, pese al ya manifiesto cabreo de sus socios. Desde Sanidad se defienden: cuando hay muertes, no atacan a ningún otro ministerio...

En fin, analízalo tú querido lector, y déjame tú comentario.

 

 

Comentarios

  1. Que nos enseñen como vivir con la Covid, no encerrarnos en nuestras casas. Al final ultima siendo una mala posura, estar entre la espada y la pared. Si no mueres de la pandemia, mueres de hambre en tu casa.

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