La peor broma que le hace la FEGUIFUT a Guinea Ecuatorial

 LA PEOR BROMA QUE LE HACE LA FEGUIFUT A GUINEA ECUATORIAL.

Algunos oímos las amenazas que ha publicado el diario MARCA hablando en nombre de la FIFA, y casi todos los ecuatoguineanos como que empezamos a ver mascar la tragedia en el horizonte. La posibilidad real de acabar siendo sanciodos por el rector mundial del fútbol es por ahora tan grande como el tamaño del asunto que tenemos entre manos.

Desde el punto de vista de cualquier ecuatoguineano, amante o no del fútbol, le resulta un tanto trastornador asumir la posición de los seleccionadores Esteban Becker y Miguel Ángel Pozanco Pozanco, al encarnar ellos la figura del malestar que hoy preocupa y que sigue sobrevolando dentro del espacio del sentimiento herido del Orgullo Nacional. 

Poniendo las cosas un poco en contexto; los antiguos seleccionadores, Pozanco y Becker, fueron separados de sus funciones como entrenadores del Nzalang Femenino y Nzalang Boys, respectivamente, y desde 2017 ambos místeres le exigen a Guinea Ecuatorial que cumpla con todos los puntos de los acuerdos previamente fijados en los diferentes contratos. A favor de los ex entrenadores nacionales se han pronunciado los del TAS, pero Guinea ecuatorial, que en ese momento no tenía nada que perder optó por ignorar la sentencia hasta que el pasado 22 de marzo de este año se clasifica para la CAN Camerún 2022, y allí la FIFA (según qué cuenta el diario MARCA) ha visto su mejor argumento para lograr que Guinea Ecuatorial cumpla.  

Como dice un famoso argot: el fútbol es un juego sin memoria. No le importa mucho el pasado, sólo el presente. De allí que sea entendible que a día de hoy a la gente únicamente les importe el hecho de que el equipo nacional ya tenga sacado el billete para estar en Camerún. Afortunadamente, existen disciplinas como la Historia, que contrastan con la mentalidad del fútbol. Entre otras cosas, porque le obligan al ser humano a recordar de dónde viene para proyectar un mejor futuro.

Pasa que en el presente se festeja que el Nzalang ha tumbado tres mitos en un solo gol: por un lado, se celebra que por primera vez Guinea Ecuatorial podría jugar alguna edición de la CAN con todas las credenciales. Por otro lado, también está el que la consecución de este hito es consecuencia de las "sabias orientaciones" de un ecuatoguineano, que hacía de seleccionador. Y, por último, también está el factor campo que, hasta el último partido contra Tanzania, el Nuevo Estadio de Malabo, parecía un lugar maldito. 

Pero bueno, si algo se saca en claro en todo esto, es que a pesar de la alegría que supone cualquiera supuesta clasificación, también se echa en falta la participación de una máquina organizadora capaz de hacer bien su trabajo. En el caso del Nzalang esta función descansa en los hombres de la FEGUIFUT quienes, por cierto, no deberían andar confundiendo a los ecuatoguineanos asumiendo una victoria en la que el azar tuvo más protagonismo que ellos.

Es sabido por todos, que para la FIFA quien la hace la paga, y Guinea Ecuatorial en este caso no va hacer la excepción. El rector mundial del fútbol pretende darle a Guinea donde más le duele. ¿Pero, realmente es la FIFA, o el cúmulo de equivocadas decisiones de unos hombres que creyeron tener el poder suficiente para hacer y deshacer cuando les daba la gana, sin remediar en consecuencias?

Siempre ha sido malo cuando el pasado regresa para ajustar cuentas con los vivos. Y lo más lamentable, a día de hoy, es que el Nzalang, pese a cumplir en el césped, se quede sin su billete a Camerún, y su descalificación puede que se decida en los despachos, si no lo remedia nadie. Hay que entender que como se trata de una selección que tiene acostumbrado a ofrecer pocas alegrías, tampoco resulta fácil digerir el oportunismo de la FIFA que ha sabido escoger a conciencia el momento para enviar su mensaje.

En definitiva, aunque haya voces asegurando todo lo contrario, que Guinea Ecuatorial sí que va a estar en la lista de los convocados para Camerún 2022, todo pasa porque el país que comparte frontera terrestre con Camerún haga bien los deberes burocráticos tanto con la FIFA como con los seleccionadores implicados que, al fin al cabo, de la alegría de ellos depende el cambio de suerte, o de lo contrario, zanjar el problema de un solo tirón poniendo sobre mesa buena parte de lo exigido por las partes.

Pero, por desgracia Guinea Ecuatorial, que viene de asumir la factura del 7M y con las dificultades propias de la pandemia, no está para exhibir músculo económico, he allí que se vuelve importante la capacidad diplomática de los de FEGUIFUT y del buen gesto de sus interlocutores que entre otras cosas: aseguran que no quieren ser la razón por la que el Nzalang termine por quedarse en casa.