Qué hace un presidente muriendo en campo de guerra, en pleno 2021

 QUÉ HACE UN PRESIDENTE MURIENDO EN CAMPO DE GUERRA, EN PLENO 2021

Esta penúltima semana del mes de abril será muy recordada para muchos de los que nos importa la actualidad y, sobre todo, para los que como esa redacción, la analizamos e intentamos dejar reflejado nuestro punto de vista.

Salimos de vivir una semana cargada de interesantes acontecimientos, tanto a nivel nacional, pero, sobre todo, internacional. Todos dignos de analizar. 

En lo que respecta al lado nacional; hemos sabido que en un año más: Guinea Ecuatorial sigue suspendiendo en la escala de valores que presenta Reporteros Sin Fronteras (RSF). Para esa organización internacional Guinea Ecuatorial no se escapa de la columna negra, donde se incluye a esos países en los que el ejercicio de la actividad periodística se considera toda una declaración de intenciones. Según RSF, Camerún y Gabón le ofrecen más tolerancia al periodismo, y consecuentemente, más respeto a la libertad de expresión que Guinea Ecuatorial.

En el lado internacional, asistimos al batacazo de Florentizo Pérez y de Joan Laporta. Donde la FIFA, al ver discutido su monopolio en el fútbol mundial por doce de los equipos más ricos del planeta, arremetió contra el idealista del proyecto, propinándole al presidente del Real Madrid la mayor verguenza pública de su historia.

Pero, sin duda, si existe un acontecimiento que sí se merece nuestra reflexión y de la que les proponemos su discusión, es la muerte del hasta hace unos días, presidente de Chad -Idriss Déby Itno-. Quien por cierto, se encuentra con la muerte en pleno campo de guerra, como si se tratara de un soldado normal y corriente.

Ya puestos en situación; la primera pregunta que se nos ocurre es: qué hacía el máximo representante político de un país en la zona cero de los conflictos en tan solo un día después de ser reelegido como presidente, sin si quiera haber jurado el cargo.

A primera instancia, es evidente que para presidentes como Idriss Déby, a los que les pesa más el sentimiento del camuflaje que la chaqueta. Se sienten atrapados en un palacio en el que sin duda lo cambiarían por el primer campo de batallas que tuvieran a su alcance -como ha sucedido con el ahora difunto presidente de Chad-. Sin embargo, esa actitud que es más de reyes de la edad media, que nada tiene que ver con el modelo del gobernante del 2021, no hace sino dejar al descubierto la sensación de que África se quedó rezagada en la carrera por la evolución.

Pero, evitemos hablar en términos generalistas y centremos nuestra discusión en lo que pasa únicamente en Chad, o mejor dicho, en los posibles beneficios, si es que vaya haberlos, tras la muerte Déby Itno:

Se supone que la gracia de entregar mi vida por mi pueblo (como reza el título de un famoso libro), siempre solía ir acompañado con la intención implícita de desear un estadio mejor para este pueblo. Lamentablemente, resulta complicado asegurar ésto del futuro de Chad, cuando parece que no se ha tenido en cuenta la Constitución de todos, para decidir quién debería dirigir la presidencia interina, durante esos tiempos de luto.

Pero, sobre todo, en el caso de Chad no se puede decir que: "muerto el perro se acabó la rabia", porque a los mismos a los que se les atribuye la muerte de Idriss Déby, ahora parece que también, quieren la cabeza del hijo, quien parece estar calcando los pasos de su padre.

Después 3 décadas gobernando Chad con mano de hierro, no se puede decir que Idriss Déby Itno, haya dejado el mejor legado para su sucesor, sobre todo, si tenemos en cuenta en qué circunstancias muere. Cuando se cumplan los 18 meses en los que han prometido los militares devolverle la presidencia al pueblo, quien resulte elegido tendrá la gigantesca misión de construir un Chad completamente nuevo.

No obstante, primero esperemos a ver si los militares cumplen con su palabra, y ya después de ésto, unamos plegarias para que Chad, con o sin ayuda internacional, pueda superar con éxito ese duro golpe a su hegemonía. Cabe recordar, que pese a las desavenencias políticas que ya existían durante el gobierno de Idriss Déby y que obviamente, seguirán existiendo pese a su desaparición física, el pueblo chadiano siempre ha hecho votos para construir un país modelo. Y quién sabe, si éste es el momento.