Ayuso entierra a Iglesias, amenaza a Pablo Casado y hace temblar a Sánchez

 AYUSO ENTIERRA A IGLESIAS, AMENAZA A PABLO CASADO Y HACE TEMBLAR A SÁNCHEZ.

Al final, Isabel Ayuso tenía razón. Sus oráculos le presagiaban una suerte demasiado agradable para una política que compite, todavía, en clave autonómico, y no han fallado. La chica de Pablo Casado en Madrid, que se convirtió en el buque insignia del Partido Popular tras la debacle que comenzó con la censura a Rajoy, se lanzó a la aventura de enfrentarse electoralmente a un PSOE que venía de ganarlo casi todo.

Mientras se pensaba que con el adelanto de las elecciones en la comunidad de Madrid, Ayuso se lanzaba en una piscina sin aguas, los resultados del 4-M han dejado ver todo lo contrario. La presidenta, sale más presidenta que nunca, o por lo menos así lo piensa The Times. Dicho en palabras del diario británico: Ayuso es considerada como una futura líder.

Pero la osadía de la "futura líder" tiene consecuencias, afortunadamente no para el Partido Popular que se coloca con 65 escaños en el parlamento madrileño, sino para el resto de los partidos que se hicieron niños mientras Ayuso crecía.

A los que peor les ha sentado los resultados del 4-M han sido: Ciudadanos, que había llegado a las urnas desahuciado y pidiendo claramente la eutanasia, y el PSOE, que con un veterano de guerras en las trincheras políticas como lo es Ángel Gabilondo, no supieron leer los entresijos de esta campaña, aunque se lo soplara Marta Flich, cuando dejaba caer que: al final se votaba el relato de economía o salud.

Y es que, allí estaba el secreto de Isabel Ayuso. La presidenta que decidió mantenerlo todo abierto, mientras las demás comunidades se cerraban a cal y canto. Al más puro estilo Trump. Sólo que ésta vez, y para ella; hay un final feliz.

Evidentemente, esa victoria de Ayuso, en Madrid, le viene como un bálsamo al cuerpo del Partido Popular, tanto que su presidente, Pablo Casado, lo confunde con una victoria nacional hasta el extremo de convocar un debate entre él y pedro Sánchez. Olvidando que el inquilino de la Moncloa ya sabe qué es humillarle en un debate público.

Pero claro, si desde días previos al 4-M la campaña ya tenía como protagonistas a ilusos como Pablo Iglesias; que prefirió despojarse de la chaqueta de Vicepresidente de España para pelear por una plaza en la comunidad de Madrid, ya se imaginan ustedes como podría acabar eso. De tanto jugar con fuego, el líder de Unidas Podemos terminó quemándose. Y al final, Ayuso, se erigió como la que  le mostró a Iglesias la puerta de salida de la política.

Ahora más que nunca, Pedro Sánchez debe andar con mucho ojo, los mismos con los que le estarán mirando desde la comunidad de Madrid. Pero también, el mismo cuidado debe tener Pablo Casado frente a la popularidad de Ayuso que sube como cohete que se ha lanzado al estrellato. Porque a este ritmo pronto se comenzará a pregunta: quién debería gobernar en Génova. Y es que para la BBC, Ayuso ya la definen como una estrella en ascenso en el Partido Popular.