Al final será Felipe VI, quien pida los dichosos indultos

AL FINAL SERÁ FELIPE VI, QUIEN PIDA LOS DICHOSOS INDULTOS.

Por: Leoncio Marquez

Se debería considerar cuestión de Estado, sobre todo, para uno que se reconoce asimismo como indivisible, salvaguardar la integridad del mismo. Esto es, utilizando todos los medios a su alcance para que los diferentes territorios que lo conforman recobren el sentimiento de asociación y pertenencia al territorio común.

Después de un sin fin de fórmulas fracasadas; que ni resolvían el problema ni lo anestesiaban, viene a ser el momento de plantearse otra ruta, que no es que conduzca a la solución definitiva o que de manera milagrosa aporte satisfacción más allá de Cataluña. Pero, que por los momentos que corren conviene alcanzar una tregua pactada, un pacto de caballeros en el que sin duda, todas las partes acabarán beneficiadas. 

Se trata del bien común. Y por primera vez, España tiene la oportunidad de aguantar la sartén por el mango. Ir por delante, y proponer las reglas de juego ofrece grandes ventajas en cualquier circunstancia. Pero esa ventaja tiene fecha de caducidad, y se empezará a notar cuando el primer preso del proces esté en la calle porque, habrá conseguido cumplir con sus años de condena. Aquí, en Guinea Ecuatorial, ya sabemos lo que es que un mortal tenga un título que sólo está bien visto en las películas de Marvel.

Y es que cuando se esfume esa ventaja y Oriol Junqueras y compañía reaparezcan, y esta vez con sus títulos de héroes nacionales bajo el hombro, entonces sí se entenderá que cualquier intento por indultar, independientemente de a quién, es menor cuando se trata de salvar la tranquilidad social y nacional. Hay que entender que no hay nada que convalide mejor la rebeldía de uno, que haber pasado cárcel por los ideales que éste defiende.

La inteligencia recomienda que pese a no estar de acuerdo con Sánchez, conviene meditar en profundidad si existe otro gesto, lejos del indulto y la amnistía que pregonan la Moncloa y la Generalitat -cada uno por su lado-, que se podría entender como un alto el fuego temporal, mientras los bandos van limando perezas. Lamentablemente, el margen que tiene la Constitución es limitada, y todo lo que no sea indultar, o ignorar, será visto como una afrenta en toda regla al Estado de Derecho, donde se supone que quien manda es la Ley.

Es increíble que este mensaje haya llegado antes en el lado de los independentistas, que en el lado de los que se dicen constitucionalistas. No obstante, es necesario que todos le apliquen una rebaja a sus propósitos, que en ningún caso significa renunciar a ellos. Porque por otra parte: es constitucional manifestar la insatisfacción de cualquier pueblo, y a su vez, que la otra parte no esté en disposición de cumplir con las peticiones.

Es verdad que hay que continuar con el "tira y afloja", pero sin cárceles por medio ni interlocutores que estén dispuestos a cumplir con su propósito a cualquier precio, asemejando su actuación al de un yihadista que bajo el grito de "ALÁ ES GRANDE", es capaz de inmolarse.

Recuerden que esto va de salvar la unidad de España. De inventarse fórmulas para por lo menos seguir retrasando su división. No vale invocar la indivisibilidad de España con los brazos cruzados. Se debería mirarlo como una cuestión de Estado, donde preocupa, por igual, la salud de todos sus territorios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ENTREVISTA: "ANTES DE ELIMINARME, YO QUIERO COMER"

ALÍ BONGO, EL ESPEJO DE NGUEMA OBIANG

ÁFRICA NO ES UN PAÍS