Váyanse a dormir, que el "hermano mayor controla

VÁYANSE A DORMIR, QUE EL "HERMANO" MAYOR" CONTROLA.

Tal y como sucede en cualquier historia de ficción, en ésta, a la que sus autores han titulado como Seguros de Responsabilidad de Vehículos, también el suspense y la intriga han formado parte del trama, como ingredientes necesarios para que cualquier obra de ficción se merezca los aplausos de su público, que al fin y al cabo, de ellos depende si sobrevive en el tiempo, o si la historia se merece una segunda parte.

Hasta donde sabemos todos, el último giro que ha conocido la historia de la que les hablamos, fue la aparición en el escenario de un personaje cuyo papel no pudo ser menor, hasta tal punto de que a él se le reservaba la parte más importante del conflicto, y cuya intervención se ha ido dilatando hasta el último momento. Y lo que estaba pareciendo, por instantes, una contundente victoria por parte de la Dirección General de Banca, Seguros y Reaseguros, al final, acabó resultando un gran agujero negro dentro del Gobierno, que le motivó al mismo Vicepresidente a cambiar de bando inclinando la balanza a una circunstancial victoria a favor de los hombres de volante.

Lo que se esperaba que iba a ser el culebrón del verano, poco a poco ha ido perdiendo fuerza desde que Nguema Obiang ha hecho uso de su papel como padrino de las capas más vulnerables del país, seguramente con el previo permiso de su madre. Si bien esta vez le tocó empatizar con los taxistas, ya hacía tiempo que había conocido el buen sabor de bocas que se tiene después de lucirse como el salvador de algún colectivo.

Y aunque ni él ha podido asegurar de manera tajante la desaparición completa de la nociva idea que supone tratar de imponer los seguros de vehículos, para los taxistas, y buena parte de los ecuatoguineanos, él es el hombre fuerte del Gobierno, al tiempo que el santo de turno al que deben implorar si quieren seguir saliendo bien librados, siempre que algún lumbreras de éstos vuelva a pensar que es fácil hacer caja a costa de los taxistas.

Pero, lamentablemente, hay que ponerle un <<pero>> al guión, porque lo que no se termina de entender es que tal despliegue de poder se haga mediante un anuncio en twitter, si tenemos en cuenta que se trataba de derogar un decreto que mantuvo en pie de guerra a los taxistas, y que partidos como el CPDS han tratado de sacarle todo el provecho posible demostrando hasta qué extremos son capaces de llegar los agentes de tráfico con tal de hacer constar la autoridad de sus uniformes. Menos mal que allí intervino el "hermano mayor" para abrirle un paréntesis al asunto.

Y aunque se haya saltado algún proceso administrativo, es de reconocer la creatividad de los guionistas en el argumento. Si bien es cierto, que con el tema de twitter no estuvieron muy acertados, por lo menos, echando mano de las consecuencias del Coronavirus se consigue un buen escudo para apaciguar los egos de los protagonistas, que no les quedó de otra más que agachar la cabeza frente a quienes casi nunca toca.

Pero, esta vez sí. Los taxistas pueden irse a dormir tranquilos, el "hermano mayor controla. Pero, ¡qué pena, que el PDGE aún no haya entrado en campaña!