El rector de la UNGE se pone en marcha

EL RECTOR DE LA UNGE SE PONE EN MARCHA.

Muy pocas personas son concientes de las debilidades que presenta el sistema educativo ecuatoguineano como Filiberto Ntutumu Nguema, quien después de haber sido profesor en el institutos Rey Malabo, también ha desempeñado como Ministro de Educación y Ciencia en el 2010, y hoy por hoy, es el rector de la universidad pública. Su experiencia tanto en el terreno como en los despachos de la administración pública refuerzan su empeño por lograr un cambio en los destinos que conoce la enseñanza nacional actual.

Desde su nombramiento como rector de la UNGE en 2015, Filiberto Ntutumu Nguema ha entablado su particular guerra contra el ahora Ministerio de Educación, Enseñanza Universitaria y Deportes, a raíz del debate de hacia donde había que orientar los destinos del sistema educativo del país, y su agresivo discurso ha ido subiendo de tono según cómo se iban repitiendo las olas de suspensos en las últimas convocatorias de los exámenes de la selectividad. En opinión del rector: la enseñanza secundaria es la pata coja del sistema educativo de este país, al que sin duda habría que coger con pinzas.

Para nadie es ningún secreto que Filiberto Ntutumu Nguema no ve con buenos ojos el rumbo actual que ha tomado el curso del sistema educativo de Guinea Ecuatorial. Para él o para los nostálgicos que como él viven anclados en el pasado, que siguen empeñados en predicar las bondades del sistema anterior y reivindicando la implantación de severos mecanismos de control como la reválida, frente al fracaso que, para ellos, ha supuesto la entrada de la ESBA al escenario, la cual elimina todas esas barreras necesarias para garantizar la calidad del sistema educativo.

Por ahora, y en vísperas de que el Ministerio de Educación, Enseñanza Universitaria y Deportes pueda reclutar a 2018 nuevos profesores y maestros para acabar con el absentismo laboral que sufre el sector,  las quejas del rector se centran en su propia casa, la universidad.

Para Ntutumu Nguema, la UNGE funciona desde 1995 con profesores que no cumplen con la titulación académica necesaria para impartir en una universidad. Y por eso, se ha dispuesto mediante resolución, el anuncio de 31 becas de formación para mejorar el nivel  curricular del profesorado, al tiempo que se pretende borrar de la lista uno de los tantos problemas que sufre la UNGE.

Se tratan de estudios de máster y doctorado con los que la universidad pretende lograr mayor ampliación y dotación de los conocimientos académicos de alto nivel a sus profesores, aprovechando los acuerdos de cooperación interuniversitario suscritos con otros centros de formación universitario extranjeros. Y si finalmente no se puede contar con la participación del profesorado en algunas de las ofertas, la UNGE, no descarta ampliar el programa a públicos no contratados por la misma universidad. 

Si ambos planes (tanto el del Ministerio como el de la UNGE) llegasen a buen puerto, el rector podría estar ganando su primera batalla al colectivo de teóricos que ven la implantación de la ESBA como un fenómeno puramente acertado. Lamentablemente, y el propio rector es consciente de ello: que los problemas del sistema educativo, como los de la UNGE en particular, no se resuelven con la contratación de nuevos profesores ni tampoco con la mejoría de los currículum de algunos profesores. En aspectos generales, se trata de un problema que requiere algo más de atención.

Posiblemente estos sean dos de los muchos pasos que todavía quedan pendientes para seguir avanzando hacia una educación con garantías y una universidad que pueda competir en calidad de recursos humanos. Pero, desde luego, no son suficientes para mejorar el rendimiento escolar ni tampoco para levantar la enorme depreciación que pesa sobre el sistema educativo de Guinea Ecuatorial.