Se acabó

 SE ACABÓ.

Tras 17 temporadas en el equipo azulgrana, "La Pulga", como cariñosamente se le llama al 10 de Argentina, abandona el Camp Nou para irse en busca de aventuras después de que Laporta le cerrase la puerta en sus narices. Messi, que al parecer tenía claro continuar vistiendo el brazalete de capitán del club catalán, por lo menos un año más, se ha visto repudiado por el mismo presidente que hace 13 años atrás, había apostado por él y que desde hacía un par de meses tenía la obligación de lograr la permanencia del argentino.

Para el club catalán no había ninguna fórmula sencilla para hacer encajar al jugador, sobre todo, porque él mismo dejó pasar el tiempo al renunciar firmar su renovación cuando tocaba, que entre otras: le permitía seguir en la entidad azulgrana y daba grandes posibilidades a que el crack argentino acabase su ciclo en el Barça como tanto nos habría gustado a más de uno. Tanto Messi como sus asesores sabían que era contradictorio dejar el tiempo pasar más aún cuando se tiene la sombra del fair play metido hasta en las pesadillas y el astronómico precio del jugador en el mercado, y que la situación financiera de su club no está pasando por los mejores momentos de su historia.

Lo cierto es que, frente a la negativa del crack la vida tenía que continuar en el Camp Nou, y ahora el mejor jugador del mundo se despide de su club de toda la vida, pero por la puerta de atrás. El crak argentino entendía que por su condición de crak eran otros -excepto él- los que tenían que esforzarse para que él tuviera un equipo con el que jugar. Y finalmente, el último intento de regateo del argentino al Barça le resultó fallido ya que en frente estaba un Laporta que al parecer se le había agotado el límite de paciencia para soportar los vaivenes de un jugador acostumbrado a condicionarlo todo.

El jugador de los seis balones de oro ha dejado de pertenecer al club catalán, y pese a ese detalle, la vida sigue. LaPorta, a diferencia de J.M. Bartomeu, ha demostrado tener carácter y mucha mano izquierda al deshacerse de un jugador que pese al mucho alarde  que hizo en su última rueda de prensa de su crecimiento con los valores del club catalán, nunca le tembló el pulso a la hora de chantajear al club responsable de buena parte de sus éxitos. 

Que Messi tira la piedra y esconde la mano; eso lo sabemos todos, como también se sabe que detrás de esa cara de niño tranquilo se esconde un Cheguevara. Uno, que cuando las cosas no se hacen como él las prefiere es capaz de disparar contra su propio equipo, y en casos extremos, presentar su renuncia en forma de burofax.

En fin, Messi se merece un equipo que esté a la altura de sus caprichos, y el Barça, con Laporta, le han dejado claro que ya no podrá ser. Pero el recado no es sólo para Messi, sino para buena parte de la plantilla del club que se han tragado el cuento de que están por encima de los intereses de la empresa catalán. El símil se recoge en una advertencia de Jesucristo a las mujeres de Jerusalén cuando les decía que: "no lloréis por Mí, sino por vosotras mismas. Porque si con un árbol verde hacen todo eso, ¿qué no harán con el seco? Y está claro que en el Barça el más fuerte ha caído.

Muy lejos de las consecuencias mediáticas, y sobre todo, económicas que afectan de maner más negativa aún si cabe la marcha del argentino a la frágil salud del club, el Barça y Laporta refuerzan su postura al tomar la delantera en un conflicto que habría conocido peores proporciones si se hubiera cerrado el mercado de fichajes y sin que el Barça no hubiera sido capaz de repescar al crack. Y porque con la marcha de Messi la presidencia del F.C. Barcelona recupera la autoridad sobre sus jugadores. Se acabó la messidependencia.

Es cierto que va a pesar la ausencia del argentino, como también es cierto, que el Barça tiene experiencia. En esa misma tesitura ya estuvo el club cuando desprendía de Ronaldinho en el 2008, y empezaba a apostar por la genialidad y el desparpajo de un chico que apenas tenía 21, y que empezaba a dejar destellos de su calidad, y que cuyo éxito nadie podía garantizar, ni siquiera el propio Guardiola.

Comentarios

  1. lo siento por los cules! creo que de veras este siempre fue el plan de Mesi y Neymar

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