Buscan coordinador nacional como si buscaran un delegado de clase

BUSCAN COORDINADOR NACIONAL COMO SI BUSCARAN UN DELEGADO DE CLASES.

En realidad ambos términos tienen mucho en común, porque ser coordinador de ASHO (Asociación Hijos de Obiang) no está muy lejos de parecerse a aquella actividad que practican los escolares en una simulación del ejercicio democrático, donde deben decidir quién pasará a ocupar el cargo de delegado de clase.

Porque ser delegado de clase o coordinador nacional de la ASHO (llámase como prefieras), al fin y al cabo, de lo que se trata es asumir ser el sicario para los profesores y mandamases del colegio, al mismo tiempo, que el enemigo público de buena parte de los compañeros o electores, que te miran con impotencia y, sobre todo, decepción al darse cuenta de lo muy poco que eres capaz de hacer cumplir tus promesas.

Y es que, ni hace falta decirlo, con tan solo la intranquilidad que se está viviendo estos últimos días en los barrios, y la cantidad de caras desconocidas que se acercan a hablarnos como si fuéramos sus amigos de todo la vida, como gente que conoce nuestras dolencias y carencias comunitarias, uno empieza a tener idea sobre lo serio que es este negocio. 

Basta con echar una ojeadita a la televisión Asonga, y ver a qué se reduce la actividad de un coordinador nacional de ASHO. En el punto más alto del cargo se le reconoce la comunicación directa con el "Hermano Mayor", que, para la parroquia pedegista, es un especie de dios o de semidios, con capacidad de transformar todo en posible: desde viajes gratuitos hasta la consecución de empleos y becas de estudios para estudiantes, con tan solo descolgar el teléfono.

Solo por ese privilegio, que obviamente no va a estar al alcance de cualquier mortal, se ha visto a pedegistas despotricar contra el modus operandi de su partido y aireando los trapos sucios que desde el núcleo duro del PDGE, a cualquier ecuatoguineano le consta, se procura cuidar con demasiado mimo. Pero como están en campaña y parece que buena parte de todos ellos se han leído a Maquiavelo, pues aquí ahora parece que el fin justifica los medios.

Solo para que nos entendamos. Si tan solo el 10% de las descalificaciones e insultos, que se reparten en esas campañas entre los miembros del "gran partido de masas" lo dijera un redactor osado que presume estar cumpliendo con el artículo 13 (b) de la Constitución, seguro que no será visto con los mismos ojos.

Pero, no obstante, se sabe que buscar coordinador nacional para la ASHO es igual que buscar a un delegado de clase, algún día de éstos puede venir el profesor tutor y señalar a dedo quién quiere como interlocutor para hablar sobre el rumbo escolar de los estudiantes, o que le presente la lista de los abusadores del día.

Sea como sea, eso tiene un olor a rancio, ya que al tratarse de unas elecciones a coordinador nacional, solo lo estén buscando en la Región Insular, donde a falta de pocos días para irse a las urnas, se confirman 23 candidaturas (según la revista Real Ecuatorial Guinea) solamente en Malabo y 0 en los demás territorios que conforman la región. Lo cuál lo hace asemejarse con más fuerza, a unas elecciones en la que se busca al representante de los estudiantes de la UNGE (Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial) y al final, te enteras que hay uno, y ni siquiera sabes de dónde se le ha sacado.