¿Llegamos tarde?

Fuente: AhoraEG (Eucario Bacale) 

Cabe destacar que todavía no estamos en campaña, aunque los gestos de donación de víveres, chapas de zinc y material de construcción, podrán servir de mucho a la hora de reforzar el discurso político ante un más que previsible enfrentamiento electoral lo cual se verá aún más engordado si le añadimos la donación de 4mil puestos de trabajos a una población que sufre de precariedad.

Por: L. Marquez M. -Malabo

Dentro del refranero español, que es tan rico como variado, existe por lo menos un refrán que hace referencia a la relatividad del tiempo, siempre que la dicha sea buena, lo cual es semejante a lo expuesto por Maquiavelo, cuando sin ninguna clase de pudor se atrevió a afirmar que, "el fin justifica los medios". No vamos a obviar faltaba más- que aquí Maquiavelo estuvo listo, ya que con una inteligencia bastante acertada, adelantó a todos encerrando sus palabras en un marco científico, que es la política.

Y, hoy por hoy, es esa misma política, o más bien, son los propios políticos los encargados de llevar las palabras de Nicolás Maquiavelo a un extremo tan radical y yihadista, porque en eso se convierten cuando, abusando del poder proveniente de las instituciones que ellos representan, juegan incluso con lo más sagrado para la población, lo secuestran, y nadie cometerá el error de liberarlo sin antes asegurarse de que haciéndolo, aquello redundaría en un beneficio colectivo para la causa, donde como siempre, ellos se deberán colgar unas cuantas medallas.

No obstante, y mientras no lo tengan claro, a los de a pie les toca esperar, porque obviamente, "nunca es tarde, cuando la dicha es buena" y "mientras que haya vida, hay esperanza". Porque quieras, como si no, hay que vivir pensando siempre en un futuro en el que las necesidades colectivas podrán ser ocupadas por alguien al que sin duda, tarde o temprano, corresponderá al voto de confianza que mediante urnas, ese pueblo, el que ahora le toca esperar, tuvo la valentía de colocarle allí.

¿Va a ser que, en algún momento de ese artículo, vamos a hablar claro?

Pues, sí, y vamos a hacerlo poniendo de ejemplo los 4mil puestos de trabajos que este Gobierno de Malabo ha hecho de ellos la madre de todas sus batallas políticas, la antesala de una batería de cortejos que tienen preparados para contentar a una población, que han tenido que esperar casi medio año para verles avanzar a regañadientes.

Cabe destacar que todavía no estamos en campaña, aunque los gestos de donación de víveres, chapas de zinc y material de construcción, podrán servir de mucho a la hora de reforzar el discurso político ante un más que previsible enfrentamiento electoral lo cual se verá aún más engordado si le añadimos la donación de 4mil puestos de trabajos a una población que sufre de precariedad como de diarrea.

Ya oímos a Eucario Bacale, y por él sabemos que, ese nuevo reforzamiento no debería suponerle ningún esfuerzo extra a las arcas del Estado, por lo menos no durante los dos próximos años, o sea, que hay salario para todos. Lo cual no quita que las palabras del ministro de la Función Pública y Reforma Administrativa sean del todo alentadoras, porque aunque éste ministro tenga la virtud de hablar claro y bien, tenemos la obligación de recordar que, también es el mismo que aseguraba tener bajo control al espíritu ecuatoguineano que, por antonomasia, de él se sabe que, cuando no está tratando de colocar a un hermano o pariente lejano en algún puesto público, se le puede encontrar traficando con aquello que en principio se presume que no es de su beneficio exclusivo.

En el caso concreto de los 4mil puestos de trabajos, supongo que no sería justo afirmar de forma tajante que, aquello fue lo que sucedió en realidad, aunque tantas prórrogas y aplazamientos de última hora, y cumplimientos fuera del tiempo acordado, hagan sospechar exactamente todo eso.

No obstante, al ministerio de la Función Pública y Reforma Administrativa se le empieza a ver las costillas en ese performance que se han inventando ellos para intentar atajar uno de los grandes problemas que tiene este país. A día de hoy sólo han conseguido desinflar el globo de buenos augurios que el Gobierno consiguió trasladar a la población mientras su ministro desfilaba ante las cámaras de la televisión pública, y como es común entre los políticos, nadie asume su parte de responsabilidad, de allí que al Director General de la Reforma Administrativa, no se le ocurra nada más que echar la culpa a los pobres opositores ante la debacle que se avecina con la publicación de las listas definitivas.

A esas alturas, supongo que ya es absurdo volver a recordar lo que está en juego, unas futuras elecciones donde el PDGE querrá revalidar su ecuación de oro, porque, obviamente, ya no basta ganar por ganar. Supongo que, a esas alturas entran en juego otras variantes como la de seguir convenciendo a la opinión internacional de que, a nivel domiciliar todo está bajo control y, de paso, acallar a todos los que pusieron en duda la credibilidad social de este Gobierno al que acusan de haber perdido el norte.

Pero, desde luego, todo se ha complicado. Ahora hará falta  sacar a relucir todo el material propagandístico para contraatacar y volver a recuperar a aquellos, que se han ido bajando del barco tras la más que asumible decepción que afecta sobre todo a los más jóvenes. Sin embargo, "nunca es tarde, cuando la dicha es buena" y "mientras halla vida, hay esperanza".