Abuso de poder

La ciudadanía ecuatoguineana ya no vive ajena de las cuestiones modernas. Hablar de deporte en nuestra sociedad es prepararte un banco y elegir el color de la camiseta de tu equipo extranjero -preferentemente, el Real Madrid o el FC Barcelona-, dejando caer al olvido el fantasma del Sony de Elá Nguema, Dvo. Unidad, Unión Vesper, Duma Duma. Y la población tenga que viajar a través del televisor a otros continentes para apreciar lo que en casa se añora, pues, las Ligas Nacionales tanto de fútbol 11, fútbol sala, baloncesto, etc.; éstas viven o de la suerte o del "dejar hacer". 

 Por: Esteban OKO NGUA -Malabo


La campaña 2021-2022, para el fútbol 11, ha sido una de las mejores gestiones desde los despachos, desde los que los respectivos presidentes de equipos como Futuro Kings, Akonangui FC, el Cano Sport, Inter Litoral, etc., han planificado una gestión administrativa e institucional para la adecuada marcha de sus clubes, y así asegurarse la posibilidad de que al final de la competición ser los dignos campeones. Sin embargo, las maniobras de la FEGUIFUT han mermado la paciencia de cada representante de club, quienes alzan al cielo y a los cuatro vientos las excesivas ínfulas de poder que constantemente tienen que soportar: sanciones indebidas, amaño de partidos, manipulación de la tabla de calificaciones, arbitrariedad -por citar aquellas más sobresalientes-. 

A esta causa, puesta en marcha y en común de las federaciones, también nos dimos cuenta de que en Fútsal, el Long Beach, el Cyclhis, decidieron no sumarse a la liga de esta temporada por el largo rosario de contradicciones que ya de por sí supone la propia competición. El Baloncesto, que siempre va a su tirón, se inicia y se acaba cuando otras ya lo hicieron: puede que sea para puntualizar la atención no prestada por parte del público. Muy corto nos quedamos con la Liga de Voleibol, que apenas conocemos su periodicidad competitiva, en cambio, tiene una estructura gubernamental bien fundamentada. Y no podemos olvidarmos de otras modalidades deportivas de práctica individual: natación, boxeo, judo, atletismo..., cuales sabemos, son historias de este joven país y que hasta la fecha, tampoco han logrado dejar atrás los síntomas de dolencias. 

Así percatamos que el "abuso de poder" en estas federaciones está ya avivando una estructura bien planificada para que, sea con la directiva que se vote, el poder de la ley seguirá esparcido por los suelos y las cenizas en los vertederos. El "pasa mo sí" de diferentes directivos amontonando el humo del asfalto y los tropecientos recursos insinuados para "eliminar las lacras" que habitan en los sillones de cada una de estas instituciones, tampoco es una estrategia fiable que logre intimidar a quienes se sienten dueños de la entidad federativa.

A cada federación, planes accionados  para cada cartera de organización a la correspondiente entidad; puesto que, ni los privilegios ni los favores llegan a las escaleras de los presidentes de clubes, quienes regidos y arraigados a los estamentos y estatutos no encuentran cobijo alguno al callejón sin salida, propicio del "abuso de poder", cual es una entramada colaboración de los 'electos dirigentes' de federaciones.

Las quejas de los representantes entre cuatro paredes y por WhatsApp, siendo esta una habitual manera de que esta plataforma sirva de medio para "lavar los trapos sucios" ya acumulados en cada vestuario. En cambio, la 'postura alegada de ilegal' sigue siendo partícipe y viviente: está claro que el "abuso de poder" es notorio. Sí, año tras año, una temporada aperturada y clausurada. Entonces, las denuncias son moco de pavo cuando la contribución al abuso proviene de la asistencia y participación a la que algunos denominamos -desorden- y otros califican de "favoritismo".

Los casos denominados: abuso de poder deportivo, tienen en otros continentes, un horizonte "pulcro"; donde la satisfacción resolutiva es equilibrante, aceptada y acordada entre ambas partes. En cambio, los hinchas y fans ecuatoguineanos, marcan como puntos de mira dichas soluciones como ejemplares y así les sirve de reflexiones. Desde luego, la lenta correspondencia de que una entidad deportiva -en Guinea Ecuatorial- pueda ganarle la batalla a la "mafia federativa" es buscar un detective en 'Aquí-no-están' para limpiar la herida que lleva sangrando antes de que se halla iniciado la batalla. 

La diferencia entre los "Papeles de Panamá" con el "abuso de poder" en el deporte ecuatoguineano no son de tan lejana divergencia ni diferencia. Ante los papeles de Panamá, es una constante manipulación de bienes y fortunas de la cosa nostra a ser sumergidos a presión ficticia que sólo por maniobras se justifique lo injustificable y se explique lo inexplicable. Sí, y solamente que sí, el "abuso de poder" en el deporte ecuatoguineano es una lucha tipificada por el reparto del resultado financiero entre aliados, sumando la inyección económica tanto de la FIFA como del Ministerio de Educación, Juventud y Deportes en cada temporada.

 La "lucha" por la permanencia en los puestos, es vital, tanto de la liguilla como en el próximo listado de equipos a competir en una Liga ' _Regio-Nacional_ ' con obstáculos  en una temporada que lleva más de una década perdiendo en el limbo su ligera forma administrativa y organizativa, y desde los despachos, amañando los resultados de ascenso y descenso, para finalmente huir por las puertas giratorias.

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