HABLEMOS BIEN DE ESE PAÍS

Hablar bien de este país sirve de reminiscencia. Conlleva permanecer en la misma retórica. Es decir, adoptar y adaptar positivismos a las riendas del Gobierno, siendo esas las únicas competencias que se le reconoce a la población. 

 Esteban OKO NGUA -Malabo

¿Cuántas veces nos hemos puesto a pensar sobre lo afortunado que es este país, Guinea Ecuatorial? Y, ¿en cuántas ocasiones caímos en la cuenta de que se trata de quizás; el tesoro "mejor preciado" que compartimos todos los ecuatoguineanos?

Sin duda, una reflexión de ese tamaño se hace siempre de boca para a dentro y no está permitido decirlo en voz alta, salvo si lo que se quiere es condicionar los otros puntos de vista que, con el permiso de la Constitución, también se puede tener de este mismo país.

Sabemos y conocemos lo complejo que es dirigir, lo dificultoso que es gestionar y lo complicado que es tramitar; pues bien, a los aspectos anteriores súmenle contentar a la sociedad, donde cada ciudadano priorizará sus gustos y preferencias. Ya puestos, también encomendemos a esa tarea cualquier labor "lícito o ilícito" para su eficacia y eficiencia. Y cuando surjan dificultades o florezcan victorias, pues toda benevolencia dedicada a la "santísima trinidad. Quien tenga oídos que escuche.

Es momento de indicar la tilde sobre la "o", de educación, la constate acentuación para la salud, y la eterna pronunciación del empleo.

La Nación de la República de Guinea Ecuatorial, al igual que muchos países en el mundo, es miembro de la ONU, actor de pautas encomendadas al "bienestar" para la Comunidad Internacional. Ya nada es de extrema extrañeza porque con la globalización "intentamos" que el comunismo reine en el globo planetario y el capitalismo entre prójimos. La "culpa" de que las políticas: económicas, culturales y sociales; y las mismas políticas implementadas para el "desarrollo" de la vecindad de personas habitadas en un determinado territorio geográfico, signifiquen, por una parte obsoletas, y por otra, "moco de pavo", siendo símbolo del colectivo que espera del milagroso hecho inédito del juicio final; donde, según la Biblia, ante Dios rendiremos cuentas y Él restaurará su reino en la Tierra. Esta idiosincrasia es vivir del cuento, porque, desde luego, alimenta el analfabetismo social de una ciudadanía moribunda en la falta de paz mental.

Hablar bien de este país sirve de reminiscencia. Conlleva permanecer en la misma retórica. Es decir, adoptar y adaptar positivismos a las riendas del Gobierno, siendo esas las únicas competencias que se le reconoce a la población. 

Desde a pie, "hablar bien de este país" significa visualizar la luz más allá del túnel, corresponder a la "marcha de las FAS" cada '3 de Agosto' y '12 de Octubre' por la República de Guinea Ecuatorial, sí, la cual comulgar a raíz del _"ensayo de la democracia"_ cumplir con las obligaciones de la plebe y los derechos constitucionales. Aunque hoy tragemos los estragos por la falta de la tilde en Educación _permitiendo un Sistema Educativo con procedimientos coloniales, cuales toman partida al actual convenio "Plan Bolonia"_, la olvidada acentuación a la salud _ingiriendo los desechos de la OMS_ y la sepultada pronunciación de empleo _marginando la creación de oportunidades e ignorando el talento nacional_. Tal vez matando la rubia rabia del tribalismo consigamos remplazar el nefasto colorido de la nacionalista discriminación por amasar fortuna. 

Casualmente, en la prehistoria del ecuador de África, 'todas' las circunstancias al modo de vida eran de sobrevivencia. Durante la etapa colonial, la Guinea Española dependía de las características para la subsistencia. A día de hoy, los sectores: educación, sanidad, empleo, transporte, vivienda; necesarios y básicos son " _precarios_". Actualmente, "nos preocupa": la seguridad y la paz del territorio nacional, y marchitamos la justicia social para el bienestar de residentes en la bella Guinea Ecuatorial; conquistada República. "Sería éste el sendero por el que caminar nos hemos visto vestidos, no siempre, sino a veces con los trajes de la corrupción y de la delincuencia".

Hoy saltaremos el protocolo. "Vamos a dotar nuestra nación de mucha tilde a las vocales y conseguir infraestructuras a las consonantes" para hacer del territorio: Dubái (por lo urbanístico) o Singapour (en su idiosincrasia de un Estado Mejor). Sí, "es necesario educarnos" en la cultura de la honestidad y "luchar para erradicar la corrupción" estatal; así proveer y preveer "sana alimentación" a la ciudadanía ecuatoguineana.

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