EL HORNO NO ESTÁ PARA LOS BOLLOS EN EL PP

 Supongo que era más probable que Obiang Nguema le hiciera Vicepresidente a Andrés Esono, antes que Pedro Sánchez pudiera si quiera tener la opción de volver a presidir por segunda vez un Consejo de Ministros en la Moncloa.

Por: L. Marquez Merino -Malabo

Estoy seguro de que Alberto Núñez Feijóo no está teniendo el mejor de los despertares últimamente, sobre todo después de que los resultados del 23-J hayan echado en saco roto sus posibilidades de ser el próximo Jefe de Gobierno español. Si le hubieran siquiera comentado que su vida pos-electoral sería eso, seguro que también se habría negado incluso a ejercer su derecho a votar, como también se negó a acudir a aquel debate a tres que tenía pensado la Televisión Pública española, con espacio a un cuarto invitado.

Resulta que los gurús de Feijóo, los mismos que supieron prepararle para meterle mano a Sánchez en el único debate que el candidato del Partido Popular accedió a acudir, no supieron leer el cabreo social que se estaba generando cuando el PP, a base de pura terquedad, se empeñara en su intento de blanquear a un VOX, cuyos líderes nacionales no hacen ni el mínimo esfuerzo por contentar al electorado.

¿Quieren saber cómo se le insufla aliento de vida a un adversario político que políticamente ya estaba muerto? A lo mejor la respuesta la tienen en Génova 13, y seguro que los profesores de Ciencias Políticas de todo el mundo harían bien en acudir hasta allí para por lo menos documentarse, en caso de que algún día quieran hablarles a sus estudiantes de qué no hay que hacer cuando se está con las elecciones a la vuelta de la esquina.

Porque si algo sabíamos todos, es que el actual presidente de España en funciones llegaba mal al 23-J, supongo que era más probable que Obiang Nguema le hiciera Vicepresidente a Andrés Esono, antes que Pedro Sánchez pudiera si quiera tener la opción de volver a presidir por segunda vez un Consejo de Ministros en la Moncloa. Pero si algo sorprende en todo esto, es que el Feijóo del que estamos hablando no es ningún pipiolo que por ventura se viera ante la compleja situación de que fuera él en quien cayera la durísima tarea de darle el tiro de gracia al «sanchismo». Desde luego que no, porque aunque se le ha visto cometer inocentadas que son propios de cualquier politicucho novato, como dar por muerto a un adversario antes de que se coloque las urnas, Núñez Feijóo es un héroe de guerra que está curtido en cientos de batallas como estas.

Y con razón en el PP el horno no puede estar para los bollos, porque tras decir a todo el mundo que ellos iban a dirigir el futuro de España, envalentonados por lo que veían en las encuestas, y habiéndose asegurado de que hacían el mejor fichaje posible porque Ayuso de repente le dio por mantener un perfil bajo, ahora se ven ante el supuesto de que tendrán que esperar otros cuatro años y para el peor de las desgracias, tampoco podrán decir eso de que "nosotros echamos a Pedro Sánchez de la Moncloa", que tanto les apetece. 

Y no será porque el Partido Popular no haya ganado las pasadas elecciones, todo lo contrario, sino porque el PP debe mirarse en su propio espejo porque, al parecer, el PSOE puede darle a beber un poco de su propia medicina, salvo que Juns Per Cat (Juntos Por Catalunya) decidiera darles, a Feijóo y a VOX, la oportunidad de enmendar lo que ahora ha penalizado el respetable. Por desgracia nadie ve a Juns por la labor, sobre todo porque si en el gobierno central está alguien del Partido Popular seguramente que lo siguiente que hará es activar el 155 que, en vez de mejorar la situación de Puigdemont y los otros fugados, todo lo que se conseguirá es entorpecer los pocos canales de diálogo que se ha abierto entre separatistas y nacionalistas.